1- Aceite:
Además de sustituirlo cuando indique el fabricante, hay que revisar su nivel seguidamente. Al menos una vez al mes y siempre antes de un viaje largo. Y si el coche es antiguo, mejor cada dos semanas.
Para comprobar el nivel solo tendrás que hacer lo siguiente:
I- Estacione el automóvil en un lugar plano y horizontal y espera a que el motor se enfríe.
II- Saca la varilla de medición y limpiala.
III- Vuelve a meter la varilla hasta el fondo y retirala. En el extremo de la varilla hay dos hendiduras que indican el nivel mínimo y el máximo: comprueba donde está la marca de aceite.
Si el nivel es bajo lo mejor es acudir directamente al taller y pedir un cambio de aceite. Normalmente los coches más antiguos son los que consumen más lubricante de lo esperado.
En caso de que el nivel del aceite sea alto, es recomendable llevarlo al taller para que retiren el sobrante, ya que una presión excesiva puede ocasionar averías.
2- Refrigerante:
Este líquido circula por el circuito interno del motor y absorbe parte del calor que genera la combustión, por lo que evita un sobrecalentamiento lo cual podría ser trágico para tu vehículo.
Conviene revisarlo cada 20.000 o 30.000 kilómetros y sustituirlo cada 40.000 kilómetros o cada dos años.
Para conocer su nivel:
I- El coche tendrá que encontrarse en un terreno llano y horizontal, con el motor parado y frío.
II- Encuentra la botella: por lo general es grande, cuadrada y traslúcido. Tiene dos marcas indican los niveles mínimo y máximo.
En caso de que el nivel sea bajo tendrás que rellenarlo con un embudo. Sin embargo, tendrás que utilizar el que recomiende el fabricante y no mezclar dos distintos.
Si el nivel es alto, tendrás que llevar tu coche al taller, debido a que es necesario buscar y soltar el tapón de vaciado, ubicado en la parte baja del radiador.
3- Agua de limpiaparabrisas:
Uno de los líquidos menos importante a primera vista, pero su falta te puede meter en problemas sobre todo con un parabrisas sucio.
Para comprobar su nivel solo tendrás que observar del depósito ubicado bajo el capó, que también es traslucido para poder verificar cuánto de lleno está.
Si el nivel es bajo tendrás que rellenar el depósito de agua. Solo tendrás que:
I- De de enfriar el motor para no quemarte al tocar una pieza.
II- Localiza el depósito bajo del capo: normalmente está en uno de los laterales y cerca del parabrisas.
III- Para rellenar necesitarás un embudo y un líquido específico, para evitar que se congele con temperaturas muy bajas.
4- Líquido de frenos:
Es un circuito hidráulico esencial para la seguridad del coche, conviene revisarlo periódicamente. El cambio de líquido será cada dos años, aproximadamente, ya que la humedad acelera su deterioro.
Para comprobar el nivel de este líquido:
I- Una vez que el motor esté frío, localiza el depósito. Tiene un tapón negro con letras amarillas.
II- Comprueba que el nivel está entre los indicadores de máximo y mínimo.
Si el nivel es bajo, lo más recomendable es acudir al taller, ya que las pastillas de freno probablemente están desgastadas.
Si el nivel es alto (no es muy común), lo mejor sería consultar a un experto.
5- Líquido de dirección.
Si tu coche tiene dirección asistida hidráulica, deberás comprobar (al menos una vez al año) el líquido de la dirección.
Para comprobar su nivel:
I- Con el motor caliente, localiza el tanque del líquido. Debería de llevar un volante grabado en el tapón.
II- Normalmente el tapón incluye incorporada la varilla de medición. Como hiciste con el aceite, limpia la varilla.
III- Vuelve a introducir la varilla y cuando la saques comprueba si el nivel está entre el máximo y el mínimo.
En caso de que el líquido sea bajo, puedes rellenarlo tú mismo, tendrás que asegurarte de que el líquido sea el que recomienda el fabricante.
Si el nivel es alto, lo más recomendable es acudir a tu taller.